“La paz no es solamente la ausencia de la guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz”
Rigoberta Menchú
Este 21 de septiembre, en conmemoración al Día Internacional de la Paz, PAMI se une al llamado del Secretario General de las Naciones Unidas y hace propio el tema del año: “Recuperarse para mejorar y crear un mundo equitativo y sostenible”.
Aunque en nuestro país hay muchos desafíos, en este boletín queremos poner de relieve cinco grandes retos para el cumplimiento de la Paz en Guatemala:
- La lucha contra la desnutrición de la niñez y adolescencia del país
- La educación de calidad que contribuya al desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes.
- Una Guatemala que ponga en primer lugar la salud de los y las guatemaltecas, no solo en el contexto de la pandemia
- Un gobierno nacional y gobiernos locales preocupados por la protección e integridad de sus habitantes, especialmente de niños, niñas y adolescentes, evitando las violencias contra ellas y ellos.
- Una institucionalidad que cree las condiciones que contribuyan para retener en el país a niños, niñas y adolescentes, y que evite su migración de manera no acompañada o con sus familias.
Además del marco legal nacional, la principal herramienta con la que Guatemala cuenta para superar dichos desafíos, es el cumplimiento de los Acuerdos de Paz, firmados en 1996 no solo como una promesa del alto a la guerra interna, sino también como la clave para la inclusión de todos los pueblos del territorio nacional.
Durante el año 2021, PAMI ha destacado la importancia del cumplimiento de los 6 Acuerdos Sustantivos (ver recuadro) que siguen vigentes para la construcción de la Paz en Guatemala, esos que intentaron plantear y resolver las más profundas necesidades de las poblaciones menos favorecidas y que, a la fecha, aún continúan padeciendo la desatención del Estado guatemalteco, especialmente en cuanto al cumplimiento de los derechos de la niñez y adolescencia que fueron escasamente considerados, sobre todo los de la niñez indígena y rural, con énfasis en las niñas y adolescentes mujeres.
Recientemente, la resistencia de los pueblos indígenas se ha manifestado para demandar una Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional que involucre a los 4 pueblos (maya, mestizo, xinca y garífuna) en la lucha por la transformación de nuestra sociedad, rechazando la discriminación y promoviendo la solidaridad e inclusión entre todos y todas las guatemaltecas. El contexto de la pandemia, deberá ser esa oportunidad a aprovechar para recuperarnos como país y crear una Guatemala más equitativa y sostenible.