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El retorno a clases 2022 en la voz de la primera línea de educación: los maestros y maestras

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Desde hace algún tiempo se inició una discusión nacional entre quienes promueven el retorno presencial al ciclo escolar 2022por parte de niños, niñas y adolescentes, y por quienes se oponen a ello.

Con el afán de aportar en esta reflexión, PAMI impulsó una consulta con 252 maestros y maestras en 29 de los 341 municipios de 11 de los 22 departamentos del país, para escuchar su voz con relación a este dilema. De los 252 docentes, la mayoría (239) trabajan en el sector público y 13 en el privado.

A la primera pregunta: ¿Considera que las escuelas de su comunidad/municipio poseen la infraestructura adecuada para reiniciar labores este ciclo escolar 2022?, el 69 % de los y las consultadas valoran que su establecimiento educativo no posee la infraestructura adecuada para reiniciar este ciclo escolar y el 31 % opinan que sí.  En orden descendente, las respuestas fueron las siguientes: mejorar el acceso a agua potable (124), contar con aulas suficientemente amplias (112), disponer de adecuados servicios sanitarios (99), ventilación en las aulas (79), suficientes y adecuados pupitres para cada estudiante (74), servicio de electricidad (55) y aulas con techos en buen estado (42).

Las respuestas anteriores no hacen sino reflejar lo que, históricamente, ha sucedido con la infraestructura escolar de los establecimientos educativos públicos.  Estos han sido olvidados por los sucesivos gobiernos, dejándolos desprovistos de los servicios fundamentales, como el agua, la energía eléctrica, servicios sanitarios, entre otros. Lo que en este caso resulta aún más trágico, es que los dos años que estos establecimientos no tuvieron afluencia de estudiantes debido a la pandemia, no fueran restaurados por las autoridades y dejarlos en óptimas condiciones para cuando llegara el momento de reiniciar clases.

Al respecto, Laboratorio de Datos GT[1]  dice que “En el sector público, MINEDUC nunca aprovechó la oportunidad durante la pandemia para mejorar la infraestructura de los centros educativos. Al 31 de diciembre de 2021 este Ministerio, tan sólo ejecutó el 20.97 % del presupuesto relacionado con remozamientos e infraestructura (grupo 300) y en renglón 171 «mantenimiento y remozamiento de edificios» apenas ejecutaron el 8.1 % durante ese mismo año.”

A la pregunta sobre si su establecimiento educativo cuenta con los recursos para implementar medidas de bioseguridad para proteger a las y los alumnos contra el COVID-19, las y los consultados respondieron que sí, en un 75 % y que no, en un 25 %.  Los maestros y maestras afirman que poseen gel (215), alcohol (175), mascarillas (156), agua y jabón (135), botiquín (53).  La afirmación de que cuentan con agua y jabón, se contrapone a los 124 docentes que en respuestas anteriores advierten sobre la necesidad de mejorar los servicios de agua potable en sus establecimientos, y la información sobre la falta de inversión a la que se refiere Laboratorio de Datos GT al consultar la ejecución de MINEDU en 2021, lo confirma.

Se consultó la opinión de los maestros y maestras sobre la anuencia de padres y madres para enviar a sus hijos e hijas a clases presenciales.  El 32 % dijo que no están anuentes y el 68 % dijo que sí lo están.  Este es un tema delicado, Laboratorio de Datos GT cita las regulaciones del MINEDUC sobre la presencialidad, que textualmente se lee: “Los centros educativos deben cumplir con los requisitos establecidos en las autorizaciones excepcionales otorgadas bajo estricta responsabilidad de los directores y padres de familia.” Según el Acuerdo Ministerial 18-2022, el gobierno de Guatemala, sin importar que el semáforo de contagios esté en rojo en los municipios, delega en el sector educativo y en los padres y madres la responsabilidad de decidir si mandan o no a sus hijos a sus respectivos establecimientos, lo cual se torna complejo ante la baja vacunación de adultos y adultas, incluyendo maestros y maestras, personal administrativo y de servicio, la baja vacunación de niñez y adolescencia mayor de 12 años  y la nula vacunación de niños y niñas menores de 12 años.

Laboratorio de Datos GT confirma que la información sobre vacunación no tiene la suficiente desagregación y especificidad para saber a ciencia cierta cuántos docentes están vacunados.  El gobierno afirma que en un 90 %; sin embargo, se desconoce la información de la cobertura de vacunación por ocupación y número de dosis aplicadas que posibilite tomar ese nivel de decisión.

En complemento a la información anterior, se sondeó con los y las docentes sobre el beneficio del seguro médico escolar para sus estudiantes.  El 33 % afirma que no ha sido de beneficio, el 36 % que sí y un 31 % indicaron que no aplica, posiblemente porque desconocen su aplicación y utilidad.

A pesar de la adversidad que el COVID-19 ha representado para estudiantes, pero también para sus maestros y maestras, estos identifican los siguientes desafíos y retos para el ciclo escolar 2022:

Los docentes orientan los principales retos relacionados con sus estudiantes hacia lo siguiente:

  • El cuidado de la salud física y emocional de sus alumnos, especialmente enfrentar el miedo al contagio.
  • Mantener el distanciamiento físico en las aulas y fuera de las mismas.
  • Que los chicos y chicas usen la mascarilla en el centro escolar.
  • La falta e incompleta vacunación de los escolares en el país.
  • La percepción de la falta de responsabilidad y apoyo, así como el poco interés por parte de padres y madres de familia en el quehacer escolar de sus hijos e hijas.
  • La carencia de tecnología para el proceso de enseñanza aprendizaje, en el caso virtual o híbrido.
  • La falta de materiales y recursos educativos.
  • Actualización y puesta al día de estudiantes rezagados del ciclo escolar 2021, así como su nivelación en contenidos curriculares.
  • El incumplimiento con las tareas escolares.

Cuando hacen una valoración de los retos en su propio gremio destacan:

  • La inseguridad para manejar el formato híbrido de educación.
  • La inseguridad para la actualización de los estudiantes rezagados en los años anteriores.
  • La falta de docentes, en tanto que en algunos casos un solo maestro da clases en dos o tres grados diferentes.
  • La falta de apoyo de las autoridades educativas.

La mayoría de los y las consultadas (62 %) reconoce que no poseen herramientas para el autocuidado y apoyo emocional de sus estudiantes, lo cual se hace especialmente necesario cuando se trata del cuidado de la salud mental ante el manejo del temor al contagio, que algunos refieren que sus estudiantes y ellos y mismos tienen.

La sociedad entera estará de acuerdo, especialmente después de 2 años de pandemia durante los cuales padres y madres debieron ser la guía principal en la enseñanza y educación de sus hijos e hijas, que maestros y maestras son un engranaje fundamental para que gire la rueda que mueve al país.  He aquí la importancia de escucharles, de tomar en cuenta sus necesidades para llevar a cabo su labor.

A partir de los resultados de esta encuesta, podría afirmarse que las y los maestros están anuentes a volver al sistema presencial de clases, pero también sienten un gran temor por los riesgos que van a enfrentar y que fueron descritos anteriormente.  Es por ello que, desde esta tribuna, instamos a las autoridades gubernamentales a darles el apoyo que tanto necesitan, a escuchar la voz de quienes desde esa primea línea lo exponen, y les instamos a invertir adecuadamente en solventar sus necesidades, según está planificado en el Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la Nación.

[1]https://labdedatosgt.com/consideraciones-sobre-la-apertura-de-centros-educativos-en-modalidad-hibrida-durante-la-cuarta-escalada-pandemica-de-la-covid-19/